Mujeres notables en América Latina.

 
 
 
 

Michelle Bachelet

Verónica Michelle Bachelet Jeria (Santiago, 29 de septiembre de 1951) es una médica pediatra y política chilena. Fue presidenta de la República de Chile entre el 11 de marzo de 2006 y el 11 de marzo de 2010, y actualmente es la encargada de ONU Mujeres, agencia de las Naciones Unidas para la igualdad de género.

Hija de Alberto Bachelet, brigadier general de la Fuerza Aérea y miembro del gobierno de la Unidad Popular liderada por Salvador Allende, Michelle Bachelet estudió medicina en la Universidad de Chile, donde ingresó a las filas del Partido Socialista. Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, su padre fue detenido por la dictadura militar, falleciendo en prisión, y Michelle pasó a la clandestinidad. En 1975 fue detenida en Villa Grimaldi por los organismos represivos de la dictadura, antes de partir al exilio.

En 1979 regresó al país y se sumó a diversos movimientos contrarios a la dictadura de Augusto Pinochet. Con el retorno de la democracia, Bachelet desarrolló una carrera política de bajo perfil, que cambiaría radicalmente al asumir como ministra de Salud durante el gobierno de Ricardo Lagos Escobar en 2000. En 2002, asumió como ministra de Defensa, siendo la primera mujer del país y de Iberoamérica en ocupar dicho puesto.[1] En dicha posición, Bachelet se convirtió en una figura de gran popularidad, siendo designada como la candidata presidencial de la Concertación de Partidos por la Democracia para las elecciones presidenciales de 2005.

Bachelet asumió como presidenta de Chile el 11 de marzo de 2006, siendo la primera mujer en la historia del país en ocupar el máximo cargo gubernamental y la cuarta de la Concertación de Partidos por la Democracia de un total de 20 años en el poder hasta 2010. A pesar de sus altas cifras de popularidad al inicio de su mandato, éstas bajaron a mediados del mismo considerablemente tras la Revolución Pingüina, la crisis del Transantiago y diversos conflictos dentro de la coalición de gobierno. Caracterizado por un «sello social», su mandato debió enfrentar la crisis económica mundial de 2008, repuntando sus cifras de popularidad gracias a la evaluación positiva que los chilenos hicieron respecto a su gestión,[2] alcanzando índices históricos que ningún Jefe de Estado en el país haya tenido al momento de dejar el cargo, finalizando con un 84,1% de aprobación. A nivel internacional, Bachelet generó gran influencia durante su mandato, apareciendo constantemente entre las mujeres más poderosas del mundo por la revista Forbes[3] (ostentó el lugar #25 en 2008),[4] [5] [6] y como la 15ª persona más influyente por la revista TIME en 2008;[7] en tanto a diciembre de 2010, la Revista Foreign Policy la cataloga como una de los 100 pensadores globales más destacados del mundo (ostentó el lugar #36) y su aporte al mercado de las ideas principalmente relacionado con políticas de protección social en un contexto de apertura de mercados.[8]

Tras su mandato, Bachelet asumió como secretaria general adjunta de las Naciones Unidas con el fin de dirigir la recién creada agencia ONU Mujer, alcanzando así el rango más alto dentro de la jerarquía administrativa del organismo mundial tras el de secretario general.

 

Primeros años

Nacida en Santiago, Verónica Michelle fue la segunda hija del matrimonio conformado desde 1945 por el general de Brigada Aérea Alberto Bachelet y de la arqueóloga Ángela Jeria. A través de su familia paterna, Bachelet desciende de inmigrantes franceses luego de que su tatarabuelo, el vinicultor Joseph Bachelet, llegara a Chile desde Burdeos tras ser contratado por la familia Subercaseaux. Por parte materna, Bachelet es bisnieta de Máximo Jeria, el primer ingeniero agrónomo del país.[11] La familia Bachelet Jeria tenía un talante liberal, laico y progresista, donde las figuras paternales estaban bastante alejadas del prototipo de la conservadora sociedad chilena: el General Bachelet, pese a su machista formación militar, cooperaba en las labores del hogar y su mujer era una profesional emancipada.[11] El General Bachelet, debido a su formación castrence se mantenía alejado de la contingencia política, pero tenía fuertes lazos con la francmasonería, siendo miembro de la Gran Logia de Chile.[12]

Debido al trabajo de su padre, Michelle Bachelet pasó su infancia en diversas dependencias de la Fuerza Aérea de Chile, contando las bases aéreas de Quintero, Cerro Moreno y El Bosque. En 1962, su padre fue designado por el presidente Jorge Alessandri como agregado militar de la embajada chilena en Washington D. C., por lo que toda la familia se trasladó para vivir en Bethesda, un suburbio ubicado en Maryland. Durante los dos años de estadía en los Estados Unidos, Michelle Bachelet estudió en la escuela local y aprendió a dominar el idioma inglés.

Al regresar, realizó sus estudios secundarios en el Liceo Nº 1 de Niñas de Santiago. Durante esos años, Bachelet realizó diversas actividades deportivas y artísticas, participando en el coro de su colegio, en su selección de vóleibol y en la academia de teatro del Instituto Nacional, donde conformó el «Grupo Aleph». Junto a amigas y compañeras, formó un grupo musical conocido como «Las Clap Clap», el cual participó en diversos festivales escolares de música. En su curso, ejerció como delegada y presidenta, antes de salir egresada como la alumna de mejor rendimiento en 1969.[13]

Carrera académica y exilio

La Facultad de Medicina de la Universidad de Chile fue la casa de estudios de Michelle Bachelet desde 1972 a 1975 y, tras el exilio, de 1979 a 1982.

Tras egresar de la educación secundaria, Bachelet rindió la Prueba de Aptitud Académica, alcanzando uno de los mejores puntajes a nivel nacional,[14] lo que le permitió ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, luego de haber rechazado otras carreras como sociología o economía.

Durante esa misma época, a comienzos del gobierno de la Uni.

En 1973, la crisis política y económica en que se encontraba el país se agravó y diversos miembros de las Fuerzas Armadas comenzaron a orquestar un golpe de Estado contra el gobierno del Presidente Allende. Alberto Bachelet se negó a participar y tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, de inmediato fue detenido por sus pares en su oficina del Ministerio de Defensa Nacional por órdenes directas de Gustavo Leigh, Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea. Fue condenado por «traición a la patria» y quedó recluido en la Cárcel Pública de Santiago, donde sufrió diversos apremios y torturas. El 12 de marzo de 1974, tras una jornada de interrogatorios y tortura, Alberto Bachelet sufrió un infarto al miocardio sin recibir asistencia médica por parte de los funcionarios del recinto y que finalmente le provocó la muerte.[15]

Memorial a las víctimas de la represión de la dictadura en Villa Grimaldi, donde Bachelet fue detenida y torturada en 1975.

Pese a la muerte de su padre, Michelle Bachelet continuó con sus estudios y apoyando al proscrito Partido Socialista de Chile con el fin de ayudar a los perseguidos políticos por el Régimen Militar liderado por Augusto Pinochet. Tras años de clandestinidad, Bachelet y su madre fueron detenidas el 10 de enero de 1975 por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), siendo trasladadas con la vista vendada al centro de detención conocido como Villa Grimaldi, donde serían torturadas e interrogadas, para luego ser trasladadas al recinto de Cuatro Álamos.[11]

Gracias a los contactos que aún mantenían con ciertos líderes militares, Ángela Jeria logró obtener el permiso para que junto a su hija partiera al exilio. Su primer destino fue Australia, donde Alberto, hermano de Michelle, vivía desde 1969, pero luego Michelle Bachelet se trasladó a la República Democrática Alemana para proseguir sus estudios de medicina en la Universidad Humboldt de Berlín. Bachelet llegó a Alemania Oriental en mayo de 1975 y se estableció en el barrio de Am Stern en la ciudad de Potsdam, donde fue ubicada gracias a las gestiones del gobierno socialista de Erich Honecker y donde comenzó a aprender el idioma alemán. Antes de ingresar finalmente a las aulas universitarias, el Partido Socialista Unificado de Alemania le permitió realizar algunos trabajos asistenciales en consultorios médicos de Potsdam y migró por siete meses a Leipzig durante 1978 a perfeccionar su idioma en el Herder Institut dependiente de la Universidad Karl Marx.[16]

En ese país conoció a Jorge Dávalos, también exiliado y miembro del Comité Central del PS, y con quien contrajo matrimonio en 1977. Dávalos, que llegó a la RDA en 1974, era de profesión arquitecto -aunque sin diploma-, y también era militante del Partido Socialista, el cual, según la Stasi, lo habría auspiciado en 1968 para hacer una capacitación en manejo de pistolas y explosivos.[17] El primer hijo del matrimonio, Sebastián Dávalos, nació durante su permanencia en Leipzig en 1978. El 1 de septiembre del mismo año, Bachelet (bajo el nombre de «Verónica Michelle Dávalos») ingresó finalmente a la Universidad Humboldt. Un nuevo departamento en Potsdam fue entregado a la familia Dávalos por el gobierno, mientras Ángela Jeria partió a Washington D. C. luego de haber trabajado algunos años en el Museo Prehistórico de Potsdam. Aunque tenía proyectada una permanencia hasta 1984, año en que egresaría de la Universidad, su estadía se limitó a los cinco meses luego de obtener permiso para regresar al país.

Regreso a Chile

En febrero de 1979, la familia Dávalos regresó a Chile y Michelle Bachelet retomó sus estudios en la Universidad de Chile, titulándose en 1982 como médico cirujano pediatra con mención en epidemiología. En 1984 nació su segunda hija, Francisca Dávalos Bachelet, mientras su matrimonio entraba en una crisis que desembocaría en su término ese mismo año.

Luego de graduarse, Bachelet presentó su postulación a un puesto de médico general de zona dentro del sistema público de salud, pero fue rechazada por «razones políticas». Sin embargo, el Colegio Médico de Chile le otorgó una beca para especializarse en Pediatría y Salud Pública en el Hospital Roberto del Río. Paralelamente, Bachelet se incorporó a las labores de la ONG PIDEE dedicada a la protección de menores, quedando a cargo de la sección médica del organismo.[11]

En estos años, Bachelet estaba alejada de la política, pese a su cercanía con diversos militantes de la oposición al Régimen Militar. En Alemania Oriental, Bachelet había declinado participar en los grupos de formación política socialista y privilegió sus estudios por recomendación de su marido. Cuando en 1978 el Partido Socialista en el exilio se fracturó entre las corrientes renovada de Carlos Altamirano y la dura de Clodomiro Almeyda, Bachelet prefirió la última, que postulaba una lucha confrontacional contra la dictadura de Pinochet. A pesar de dicha elección, Bachelet se mantuvo cauta, un tanto desilusionada de la incapacidad de la dirigencia de lograr acuerdos y crítica de algunas acciones. Al volver a Chile, Bachelet mantuvo su bajo perfil, abandonando su participación en actividades políticas y era una figura desconocida dentro de las filas del PS.[18]

Pese a este alejamiento de la política partidista, Bachelet participaba en protestas contra el gobierno, era cercana a la Vicaría de la Solidaridad (donde participaba Ángela Jeria) y comenzó a forjar nuevas relaciones políticas en su estadía en el PIDEE, especialmente con diversos militantes del Partido Comunista. Entre 1985 y 1987, Bachelet mantuvo una relación sentimental con Álex Vojkovic, que actuaría en esa época como vocero del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, un grupo revolucionario opositor al régimen de Pinochet y que incluso realizaría un atentado en su contra. El nivel de participación de Bachelet habría sido básico, participando en algunas discusiones con sus miembros, pero sin involucrarse directamente con las acciones terroristas del Frente.[19]

En 1987, la represión de la dictadura comenzó a desaparecer, permitiendo la legalización de los primeros partidos políticos abiertamente opositores al Régimen. Dentro de la oposición surgió una fuerte discrepancia entre aceptar o rechazar la Constitución de 1980 establecida por Pinochet y que podría eventualmente permitir el fin de la dictadura. Bachelet, adscrita en ese tiempo al Movimiento Democrático Popular y al Partido Amplio de Izquierda Socialista, siguió la corriente liderada por Camilo Escalona a favor de boicotear la realización del Plebiscito Nacional de 1988, que consideraban sería un fraude electoral y la forma que tendría Pinochet de legitimar su gobierno. A pesar de ello, Bachelet finalmente se inscribió en los registros electorales y votó por el «No», al igual que el 53% de los votantes que obligarían a que el general Pinochet abandonara el mando en 1990.[18]

Con la victoria de Patricio Aylwin en las elección presidencial de 1989, la Concertación de Partidos por la Democracia asumió el mando del país el 11 de marzo de 1990 iniciando el período de la transición a la democracia. Bachelet fue incorporada finalmente al sistema público de salud, siendo contratada como epidemióloga en el Servicio de Salud Metropolitano Occidente y luego en la Comisión Nacional del Sida (CONASIDA). Junto a su trabajo en dichas organizaciones gubernamentales, Bachelet realizó asesorías para la Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GTZ)

En esa época, Bachelet conoció al epidemiólogo Aníbal Henríquez con quien trabajaba en CONASIDA. Ambos iniciaron una relación sentimental estable por tres años y de la cual nació su hija menor, Sofía Henríquez Bachelet, en 1992. Como el matrimonio con Dávalos no estaba anulado en Chile, la pareja no se casó y finalmente sucumbiría a los tres años de relación. Profesionalmente, Bachelet sería incorporada como asesora del Ministerio de Salud durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle entre 1994 y 1997.[11]

Carrera política

Michelle Bachelet junto al presidente Ricardo Lagos Escobar en la Parada Militar de 2003.

Michelle Bachelet como ministra de Defensa en un viaje oficial a los Estados Unidos.

A mediados de los años 1990, la carrera de Bachelet enfocada principalmente en el mundo técnico de la salud comenzaría a volcarse hacia la política partidista y la Defensa. En 1996 fue electa como parte del Comité Central del Partido Socialista de Chile (reunificado algunos años antes) durante el XXV Congreso de la colectividad. Ese mismo año, durante las elecciones municipales, Bachelet se presentó como candidata a alcaldesa de Las Condes, una comuna de clase alta ubicada en la zona oriente de Santiago de Chile y considerada un bastión electoral de la derecha. En su primera participación electoral, Bachelet obtuvo 2.622 votos equivalentes a un 2,35% del total, lo que no le permitió ni siquiera ser electa concejal; en cambio, Joaquín Lavín, militante de la Unión Demócrata Independiente, obtuvo un 77,76% del total siendo reelecto alcalde con la primera mayoría nacional.[20]

Luego de su derrota, Bachelet inició un curso sobre Defensa Continental en la Academia de Asuntos Políticos y Estratégicos, donde, por su buen rendimiento y gracias al patrocinio de la Beca Presidente de la República, fue invitada en 1997 a estudiar en el Colegio Interamericano de Defensa, ubicado en Washington D. C., Estados Unidos. A su regreso en 1998, Bachelet trabajó un año como asesora del Ministerio de Defensa Nacional.

Ese mismo año, fue reelecta en el Comité Central del PS y se integró al Comité Político de la colectividad. En mayo de 1999, Bachelet se incorporó a la campaña del precandidato presidencial del bloque PS-PPD Ricardo Lagos Escobar en las primarias de la Concertación frente al demócrata cristiano Andrés Zaldívar. Tras la rotunda victoria laguista, Bachelet continuó en la campaña para las elecciones presidenciales. Tras un estrecho resultado en la primera elección, Lagos obtuvo finalmente la victoria frente a Joaquín Lavín durante la segunda vuelta realizada el 11 de enero de 2000.

Ministra de Salud

El 11 de marzo del mismo año, Ricardo Lagos asumió como Presidente de Chile junto a su gabinete. Michelle Bachelet asumió ese día como ministra de Salud, su primer cargo de relevancia nacional y que la obligó a renunciar a su cargo en el Comité Político socialista. Como parte de las promesas de la campaña presidencial, Lagos encomendó a Bachelet la tarea de acabar con las llamadas colas (filas de espera) de los saturados consultorios públicos en menos de tres meses. Pese al escepticismo inicial y los cortos plazos, hacia el mes de julio el nivel de las colas se redujo en un 90% gracias a la asignación centralizada de consultas por vía telefónica y la extensión horaria de las atenciones prioritarias. Debido a que la meta de eliminar las colas no fue cumplida, Bachelet dejó su cargo a disposición del Presidente Lagos, quien por el contrario la confirmaría.[11]

Una vez cumplida esta tarea, Bachelet asumió una aún más compleja: dar inicio a la creación de una reforma estructural al sistema público de salud que permitiera el acceso universal e igualitario a ésta. Entre las reformas que fueron propuestas por la administración de Bachelet (y que serían desarrolladas por su sucesor, Osvaldo Artaza) se encuentra el establecimiento de un sistema de acceso universal a las patologías más comunes, la elaboración del proyecto de ley sobre derechos y deberes de las personas, mejoramiento de programas de tratamiento de enfermedades y la extensión del seguro médico.[11]

Bachelet debió enfrentar durante su gestión la oposición de diversos grupos conservadores y de la Iglesia Católica, especialmente tras la aprobación del ministerio a la venta de la píldora del día después y la distribución de ésta en forma gratuita a víctimas de abuso sexual en los consultorios públicos. Considerada por sus opositores como un abortifacente, una demanda fue presentada ante la Corte Suprema de Chile, la cual resolvió en 2001 prohibir la distribución del fármaco.

Ministra de Defensa Nacional

Bachelet revisando tropas junto al secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld.

El 7 de enero de 2002, Ricardo Lagos realizó un cambio de gabinete, en el cual Bachelet pasó desde el Ministerio de Salud al Ministerio de Defensa Nacional en reemplazo del demócrata cristiano Mario Fernández. La llegada de Bachelet a ese organismo, aunque no fue una gran sorpresa para los entendidos en la carrera profesional de la ministra, marcó un precedente histórico. Michelle Bachelet fue la primera socialista en asumir esa cartera en 29 años, desde que Orlando Letelier fuera depuesto tras el golpe de Estado, y la primera ministra de Defensa torturada por órdenes de las mismas Fuerzas Armadas que quedaban a su cargo. Además, Michelle Bachelet se convirtió en la primera mujer a cargo de un ministerio de Defensa, no sólo a nivel nacional, sino que a nivel latinoamericano, y una de las pocas a nivel mundial.

Pese a dichas condiciones, Bachelet no enfrentó problemas con las jerarquías de las Fuerzas Armadas; por el contrario, su cercanía con la «familia militar» le permitió generar instancias únicas de acercamiento entre las Fuerzas Armadas y las víctimas de la represión durante la dictadura, especialmente durante el 30º aniversario del golpe de Estado. Así por ejemplo, la Fuerza Aérea de Chile realizó actividades conmemorativas en el antiguo campo de concentración de la isla Dawson junto a algunos detenidos en esa época, y en la base naval de Quintero donde fue reivindicada la figura del padre de la ministra, sumado al «nunca más» pronunciado por Juan Emilio Cheyre, Comandante en Jefe del Ejército de Chile, considerado como un acto de perdón público por parte de las Fuerzas Armadas al mundo civil.[21]

Durante su gestión en el Ministerio de Defensa Nacional, Bachelet continuó con los planes de modernización de las Fuerzas Armadas, aumentó la participación de éstas en misiones de paz como las de Chipre y Bosnia y Herzegovina, amplió las posibilidades de ingreso de mujeres a la carrera militar, generó importantes modificaciones al servicio militar obligatorio y puso en práctica las disposiciones del tratado de Ottawa para la destrucción de campos minados.

Aunque había logrado darse a conocer ante la opinión pública durante su gestión como ministra de Salud, el despegue de la popularidad de Bachelet se realizó en su gestión como ministra de Defensa. La personalidad relajada de Bachelet, su voluntad de generar acuerdos y su posición alejada del establishment político tradicional comenzaron a levantar rápidamente su imagen pese a la frialdad y complejidad asociada tradicionalmente a su ministerio. Uno de los momentos claves en este ascenso fue durante el invierno de 2002, graves inundaciones azotaron diversas comunas del Gran Santiago tras fuertes lluvias, por lo que el personal de las Fuerzas Armadas se desplegó para ayudar a los damnificados; Bachelet salió a comandar las actividades y la imagen de ella a bordo de un tanque cruzando las calles cubiertas de agua e impartiendo órdenes a sus subordinados quedó en la retina de la ciudadanía.[22]

El llamado «fenómeno Bachelet» comenzó a crecer con el paso de los meses. En un concierto de Joan Manuel Serrat, la entrada de Bachelet fue más vitoreada que la del propio cantante y del presidente Lagos.[23] En 2003, las encuestas la convertían en la funcionaria mejor evaluada del gobierno tras el presidente[22] y ya a comienzos de 2004, era una de las favoritas para la elección presidencial siguiente, superando incluso al derechista Joaquín Lavín y a la abanderada democristiana Soledad Alvear.[24]

Candidatura a la presidencia

Michelle Bachelet en un debate televisado de Canal 13 y CNN en Español.

Michelle Bachelet en un acto de campaña junto a los ex presidentes Patricio Aylwin y Eduardo Frei.

En una sorpresiva medida, el 29 de septiembre de 2004, el gobierno de Lagos anunció la salida del gabinete de Bachelet y de la canciller Soledad Alvear en una medida que fue interpretada como una forma de apoyar a la Concertación en la campaña para las elecciones municipales y a la vez permitir que ambas figuras pudieran dedicarse de lleno a la preparación de las campañas presidenciales del año siguiente. El apoyo popular a la coalición gobernante en dichas elecciones (más de 10% por sobre sus principales contrincantes) tras las estrechas victorias en las presidenciales de 2000 y las parlamentarias de 2001 rompió la idea general de que las elecciones presidenciales de 2005 estaban decididas a favor del candidato de la Alianza por Chile, Joaquín Lavín, y sirvieron como impulso a las campañas de las precandidatas Alvear y Bachelet.[25]

Con el paso de los meses, Alvear y Bachelet se posicionaron como las más serias candidatas de la Concertación, pero el proceso de ratificación de ambas sería muy distinto. Alvear sufrió diversos problemas dentro de su partido que retrasaron su confirmación como la precandidata del Partido Demócrata Cristiano, mientras los partidos del ala progresista de la Concertación proclamaron con presteza a Bachelet: el PPD lo hizo el 14 de noviembre de 2004.,[26] mientras que el Partido Socialista lo hizo durante su XXVII Congreso, realizado entre el 28 y el 30 de enero de 2005. El Partido Radical Social Demócrata finalmente decidió dar su apoyo a la candidatura de Bachelet el 23 de abril, tras evaluar levantar alguna precandidatura propia.[27]

Una vez confirmadas ambas ex ministras como las precandidatas dentro de la coalición centroizquierdista, se decidió realizar una elección primaria abierta a nivel nacional el 31 de julio de 2005, tal como se había realizado en 1999 para definir la candidatura concertacionista. Alvear y Bachelet realizaron sus campañas y se enfrentaron en un debate televisivo en Hualpén, el 27 de abril de ese mismo año. El debate se realizó en un tono moderado y sin grandes polémicas, donde Bachelet aclaró su relación con Álex Vojkovic durante los años 1980 y su supuesta cercanía con antiguos grupos terroristas, informaciones que habían sido dadas a conocer a la opinión pública durante esos días.[28] Según diversas encuestas, Bachelet fue considerada ganadora del debate por la ciudadanía, superando a Alvear en la mayoría de los tópicos discutidos y en diversos conceptos, especialmente los relativos a cercanía e identificación.[29]

Con el paso de las semanas, las encuestas siguieron consolidando la ventaja de Bachelet por sobre Alvear en las preferencias de los simpatizantes concertacionistas. Hacia abril de 2005, Bachelet tenía sobre un 60% contra un 26% de Alvear en las preferencias de los ciudadanos que manifestaban la intención de votar en las primarias oficialistas, los que alcanzaban un total de 52%. Aunque tanto Bachelet como Alvear superaban con facilidad a Lavín, las cifras de la precandidata socialista eran más amplias, alcanzando una intención de voto cercana al 49%.[30]

Pese a la desventaja, Alvear mantuvo su candidatura por varios meses hasta que en mayo de 2005, la situación cambiaría cuando Sebastián Piñera anunció su candidatura a la presidencia representando a Renovación Nacional. Pese a que la candidatura de Piñera era directamente competidora con la de Lavín por el liderazgo de la Alianza por Chile, ésta logró quitar el respaldo del electorado centrista de Alvear. Ante dicha situación, y cayendo aún más en las encuestas, la candidata democristiana decidió bajar su postulación el 24 de mayo de 2005, confirmando a Bachelet como candidata única de la Concertación a La Moneda.

Con la carrera presidencial en plena marcha (a la que se sumó Tomás Hirsch representando a la izquierda extraparlamentaria), las encuestas confirmaron el favoritismo de Bachelet, pero pusieron en duda su capacidad de obtener la victoria en diciembre de 2005 y evitar así el balotaje; así, el principal objetivo tanto de Lavín como de Piñera era clasificar a la segunda vuelta para luego enfrentar a Bachelet. La campaña presidencial de Bachelet intentó explotar la cercanía, uno de los atributos más reconocidos por la ciudadanía (lo que se reflejó en el lema de la campaña, «Estoy contigo»), y una mezcla entre el continuismo del gobierno de Ricardo Lagos, cuyas cifras de popularidad superaban el 60% de aprobación, y la idea de un giro hacia un «gobierno ciudadano». Su plan de gobierno estaba enmarcado en torno a tres ejes, que correspondían a una mejora en el sistema de protección social, el desarrollo económico y democratización del sistema político. En el primer eje, Bachelet propuso una reforma al sistema previsional, impulso a la educación preescolar, financiamiento garantizado para estudiantes de educación superior, reformas a la jornada laboral, aumento del Plan AUGE a 80 patologías hacia 2010, el fortalecimiento del sistema público de salud y la creación de un ministerio de Seguridad Ciudadana. Además, Bachelet asumió como uno de sus principales objetivos la reducción en la desigual distribución de ingresos, donde Chile mantiene uno de los peores índices a nivel mundial.En cuanto al segundo pilar, el plan de gobierno mantenía la política de un superávit estructural del 1% del PIB, mientras proponía el aumento en el gasto fiscal, impulso a las PyMEs, creación de un ministerio del Medio Ambiente y desarrollo del turismo, minería y agricultura. Por último, en el tercer eje se propuso establecer la inscripción electoral de forma voluntaria y automática, reformar el sistema electoral (eliminando así el sistema binominal) y el sistema de financiamiento de partidos políticos, apoyar proyectos de ley anti-discriminación y promover la igualdad de género y los derechos de homosexuales (aunque descartando el matrimonio).[31]

Elecciones

El día de las elecciones, 11 de diciembre de 2005, obtuvo la primera mayoría con un 45,95% de los votos frente al 25,41% de su más cercano rival para la presidencia, Sebastián Piñera, con quien compitió en una segunda vuelta el 15 de enero de 2006. En aquel día obtuvo un 53,5% del total de los votos contra un 46,5% de Sebastián Piñera, convirtiéndose en la primera presidenta mujer de Chile en sus 196 años de independencia. Al mismo tiempo, se convirtió en la sexta mujer jefe de Estado en la historia de Latinoamérica, después de la nicaragüense Violeta Barrios de Chamorro, la argentina María Estela Martínez de Perón, la boliviana Lidia Gueiler Tejada, la ecuatoriana Rosalía Arteaga y la panameña Mireya Moscoso y la segunda elegida democráticamente en Sudamérica tras la guyanesa Janet Jagan.

El presidente Ricardo Lagos expresó públicamente su orgullo por el triunfo de Michelle Bachelet, destacando el rol de la nueva mandataria como la primera mujer presidente de Chile. Al mismo tiempo, recibió las felicitaciones de importantes miembros de la política nacional e internacional.

«(…) ¿Quién lo hubiera pensado, amigas y amigos? (…) ¿Quién lo (sic) hubiera pensado, hace veinte, diez o cinco años atrás, que Chile elegiría como presidente a una mujer? Parecía difícil, pero fue posible. Es posible, porque los ciudadanos lo quisieron, porque la democracia lo permitió. Gracias, amigas y amigos. Gracias, Chile. Gracias por el voto de millones de ustedes. (…) Mi compromiso como presidenta de Chile será recorrer, junto a ustedes, un tramo más de esta gran alameda de libertad que hemos venido abriendo.».

Michelle Bachelet Jeria en su discurso tras la entrega de resultados, 15 de enero de 2006[32]

El día 30 de enero de 2006 fue proclamada oficialmente por el Tribunal Calificador de Elecciones como presidente electa. Esa noche, Bachelet entregó la nómina de quienes serían sus futuros ministros, cumpliendo con la promesa de incorporar nuevos rostros y que fuera un «gabinete paritario» (igual número de hombres y mujeres). En los días posteriores, la nómina de subsecretarios e intendentes cumplía la misma característica de «paridad de género».

 

Emblema del Gobierno de Chile durante el gobierno de Bachelet.

Presidencia.

El gobierno de la Presidente Michelle Bachelet se desarrolló entre marzo de 2006 y marzo de 2010. El 13 de marzo de 2006 aplicó su primera medida presidencial de importancia: la gratuidad inmediata en el sistema de salud público a mayores de 60 años, que rápidamente entró en ejecución,[33] Durante los primeros meses de su gestión, el gobierno de Bachelet se concentró en dar cumplimiento a las «36 medidas para los primeros 100 días«[34] que había prometido durante su campaña. Uno de los puntos importantes fue la conformación de una comisión a cargo de Edgardo Boeninger para estudiar la reforma al sistema electoral binominal, en la que sin embargo se automarginaron los principales partidos de la oposición.[35]

El día 21 de mayo de 2006, dio su primer discurso sobre la situación de Chile en el Salón de Honor del Congreso Nacional. En su discurso mencionó la entrega de bonos de invierno a las familias más pobres del país, una reforma a la salud chilena a costa de los dineros del cobre, la construcción de nuevos hospitales y la creación de los Ministerios de Seguridad Ciudadana y del Medio Ambiente.

A fines de mayo, el gobierno comienza a sufrir de diversos problemas y a enfrentar numerosas críticas. El mayor problema se originó con la serie de protestas estudiantiles que comenzaron a producirse a inicios del mismo mes en algunos liceos de Santiago exigiendo reformas a la Educación chilena. El 30 de mayo, cerca de 800.000 estudiantes acudieron a un llamado a paro nacional convocado por las asambleas estudiantiles, a pesar de las mesas de diálogo establecidas paralelamente con el ministro de Educación Martín Zilic. Las secuelas del movimiento estudiantil provocaron un duro golpe al gobierno. Los paros reflejaron una serie de descoordinaciones entre el gabinete político y los ministerios sectoriales por lo que se especuló en un cambio de gabinete que afectaría principalmente a Zilic.

El 14 de julio de 2006, Bachelet efectuó los primeros cambios a su gabinete, removiendo a los ministros del Interior; de Economía, Fomento y Reconstrucción; y de Educación. El 10 de diciembre de 2006, el ex dictador Augusto Pinochet falleció a causa de una descompensación en el Hospital Militar de Santiago de Chile. En uso de sus atribuciones exclusivas, Bachelet decidió que no se le efectuaría un funeral de Estado, como ex presidente de la República, ni se decretaría duelo oficial. Sólo se le rindieron honores fúnebres como ex comandante en jefe del Ejército, conforme a la ordenanza de esta institución. La presidenta no asistió personalmente a sus exequias, confiando la tarea a su ministra de Defensa, Vivianne Blanlot

Luego de terminado «el primer tiempo» como se le denominó a los primeros dos años de mandato de Bachelet, el gobierno intentó imprimirle un alto factor de desarrollo social al período 2008-2010. Según el secretario general de gobierno de la época, Francisco Vidal: «Este gobierno será recordado como impulsor de una transformación cultural profunda, por tratarse de una mujer Gobernante».[36]

Durante su gobierno se realizaron modificaciones legales al mercado de generación eléctrico en Chile, mediante las leyes Nº19.940 y Nº20.018, que intentan incentivar el desarrollo de proyectos de generación de energía a partir de fuentes renovables no convencionales (ERNC) tales como la eólica, solar, mareomotriz, geotermia, biomasa, entre otras, buscándose que este tipo de energías acaparen el 5% de la generación eléctrica del país al año 2015.[37]

Por otro lado, durante su Gobierno se decidió la construcción de la segunda planta de gas natural licuado (GNL) del país -la primera ya se construye en Quintero- como una forma de afianzar el abastecimiento del suministro a la zona, a través de la empresa estatal Codelco.[38]

Relaciones internacionales

Michelle Bachelet junto a Néstor Kirchner en su primer viaje oficial al extranjero.

El gobierno de Bachelet intentó en un comienzo realizar gestos de cercanía a los países latinoamericanos. Mientras la relación con Argentina parecía cercana por la afinidad entre los mandatarios de ambos países, la relación con el gobierno boliviano de Evo Morales alcanzaba importantes puntos de acuerdo los que incluyeron la creación de una mesa de diálogo entre ambos países. La presidente Bachelet realizó su primer viaje oficial a Europa de la mano con la «Cumbre Unión EuropeaLatinoamérica y el Caribe« que se realizó en Viena desde el día 12 de mayo de 2006. Con anterioridad había realizado una visita de estado a España. Posteriormente, visitó a las tropas de paz del Ejército ubicadas en Bosnia-Herzegovina. El 8 de junio, Bachelet realizó su primera gira hacia los Estados Unidos.

A pesar del buen inicio que tuvieron las relaciones con Argentina, a mediados de año, éstas se empantanaron a raíz del conflicto gasífero. Bachelet, junto a otros mandatarios, estuvo presente en la asunción de mando del presidente peruano Alan García, a quien acompañó como invitada de honor en el desfile y parada militar por fiestas patrias. Establecer vínculos sólidos en la región será uno de los principales objetivos de la administración Bachelet.

En el mes de noviembre de 2006, Bachelet viajó a Vietnam para asistir a la Cumbre de los países miembros de la APEC. El 20 de noviembre, realiza una visita de Estado a Nueva Zelanda, donde se informó más sobre el estado económico de la nación oceánica y las oportunidades de Chile de alcanzar un éxito similar al de Wellington.

En el mes de marzo de 2007, Bachelet asistió a la reunión del BID, en la ciudad de Guatemala, en la que además se le otorgó un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de San Carlos de Guatemala, el centro de estudios universitarios más antiguo y grande de Centroamérica. En el mes de mayo de 2008 asumió la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), bloque continental recién conformado.

El día 23 de julio de 2009, recibió la «Orden del Honor al Mérito del Fútbol Sudamericano», en el grado de «Gran Collar Extraordinario». Esta distinción marcará la historia del fútbol sudamericano, pues es la primera vez que una mujer recibe un reconocimiento de la Confederación Sudamericana de Fútbol en sus 93 años de vida institucional. El 26 de febrero de 2010 se le concedió el Collar de la Orden de Isabel la Católica.[39]

Niveles de aprobación

Encuestas de evaluación del gobierno de Michelle Bachelet.

El inicio del gobierno de Bachelet empezó con gran apoyo de la ciudadanía, superior al 60% de acuerdo a algunos estudios de opinión.[40]

A fines del mes de junio, nuevas encuestas reflejaron una brusca caída en la popularidad, alcanzando el 44,2% de aprobación,[41] la cifra más baja en el mismo período con respecto a los tres gobiernos previos de la Concertación, y que se asociaron principalmente a los efectos del Movimiento estudiantil.

El 11 de enero de 2007, se publica la encuesta Adimark para el mes de diciembre de 2006, dónde la mandataria recibe un 54,3% de aprobación a su gestión. A junio de 2009, una nueva encuesta Adimark indica que la aprobación a su gestión alcanza un 74%, el máximo de su mandato hasta esa fecha y también el máximo de cualquier presidente en las Américas; en efecto, el Presidente Obama quien la sigue, de acuerdo a Gallup para el mismo mes obtiene un 64% de aprobación;[42] Al mes de octubre de 2009, un nuevo informe de la Encuesta Adimark marca un 80% de aprobación, mostrando además que Bachelet es «querida» por un 95% de los entrevistados, en tanto un 94% la considera «respetada», mientras que un 82% destacó su capacidad de «liderazgo”; estos resultados transformaron a la Presidenta en uno de los mandatarios mejor evaluados de la América, siendo su aprobación muy alta en todos los segmentos de la población, pero aún mayor entre las mujeres (85%) que entre los hombres (76%), y entre las personas relativamente más pobres (83%).[43]

El 8 de enero de 2010 se dan a conocer los resultados de un sondeo realizado por Adimark a más de 1.100 personas, el cual le entrega un histórico 81 % de aprobación a la Presidente, 4 % más que en noviembre de 2009. Además su desaprobación bajo a 13 % y su gobierno es aprobado por un 65 % de los encuestados.[44]

Finalmente el 9 de marzo de 2010 antes dejar su cargo de Presidente de la República se dio a conocer la última encuesta Adimark, la cual deja a Michelle Bachelet con un 84% de aprobación y respaldo ciudadano, siendo esta cifra la más alta registrada por un Jefe de Estado en el país al momento de dejar el cargo;[45]

Actividad pública tras la presidencia

El 17 de mayo de 2010 se le otorgó el título de Doctora Honoris Causa por la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, por «su labor en la defensa de los derechos humanos en el ejercicio de la máxima autoridad política de Chile, y por haber impulsado políticas de reparación histórica y de reconciliación y de mejora de los niveles de justicia social, con especial atención a la población femenina»[46]

A mediados de 2010 en tanto, diversos medios internacionales especulan respecto a sus altas probabilidades para convertirse en vicesecretaria general de la ONU al presidir la Entidad para la Igualdad de Género y la Promoción de la Mujer de Naciones Unidas o también denominada ONU Mujeres, una nueva «superagencia» que se estima convertir en uno de los principales órganos de la ONU, contando con un presupuesto de US$1.000 millones.[47] [48] [49]

Fundación Dialoga

El 16 de abril de 2010, la ex Presidenta Michelle Bachelet creó la Fundación Dialoga,[50] una organización sin fines de lucro cuyo objetivo es aportar a Chile ideas, reflexiones, diálogo y acciones concretas, todas ellas desde los principios de la centro izquierda. La ex mandataria asumió como Presidenta del Directorio de la fundación, en el que destaca, como Directora la ex ministra de estado Carolina Tohá.[51]

ONU Mujeres

El 14 de septiembre de 2010, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon la nombra como jefa de la recién creada agencia de las Naciones Unidas preocupada de la defensa de la mujer, ONU Mujeres (UN Women, o United Nations Entity for Gender Equality and the Empowerment of Women).

     
     
     
     
 

Acerca de mujeryequidadcmpvcm

Responsable Comunicaciones Comité Municipal para la Prevención de la Violencia contra la Mujer Teclena.
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